Si ha llegado hasta tu vista este texto, tal vez te interesaste alguna vez por el autor de Aliphant, Daniel Rived.
Aunque también pudiera ser que la capacidad de supervivencia de los datos digitales haya dejado atrás en el tiempo la vida del que los compuso, su memoria y aquella de quien recibió alguna vez el presente soporte.

Si existe un lugar en el recuerdo para aquellos que se resisten a desaparecer que no sea mi obra la que desplace a la de tantos que sí supieron cómo hacer las cosas. Y si el espacio que burle al olvido es bastante amplio para todos, que el lector disfrute tanto con mi creación como yo lo hice al darle forma y, en menor medida, sentido.

Si bien el mundo de Aliphant es fruto de mi invención y de mis veneradas influencias culturales, cualquier coincidencia se parecerá a la pura realidad. O algo así.

Aunque la difusión de estos contenidos estuvo siempre apartada de cualquier tipo de ánimo de lucro, qué duda cabe que no hay más felicidad para un autor que saber que su obra es contemplada, usada, editada o tal vez parodiada, por lo que se suplica que, de ser así, sea el usuario tan generoso de comunicar a un humilde creador que su obra tuvo quizás un destino.

Gracias y hasta siempre,